Filosofía Budista Tibetana.
Representaciones e imágenes de Yama
Yama (o Yamaraja o Dharmaraja, Shinjé en Tib.), señor de la Muerte, es representado con una cabeza de toro o de búfalo, el símbolo del poder absoluto del karma y de los pretas soberanos (espíritus ávidos y hambrientos del mundo subterráneo).
Sus imágenes lo muestran blandiendo un cetro rematado con un cráneo y una cuerda que termina en un gancho y un anillo. De pie sobre un toro tumbado unido con un ser humano, que representan los obstáculos a superar. Hermafrodita, los dos sexos están puestos en evidencia.
Las llamas a su alrededor son la expresión de su carácter furioso e irritable, pero se dice que él no está enojado, sino que trata de hacerle entender rápidamente al médico que trata al moribundo ciertos aspectos del Dharma (la ley y las reglas éticas).
La mayoría de los protectores del Dharma son deidades (dharmapalas) que representan esta irritación, porque son los encargados, en el purgatorio, de castigar después de la muerte las faltas cometidas en la vida. Yamatrae la vejez, la enfermedad y los sufrimientos de la agonia. Estos deben ser interpretados por los hombres como mensajes recordando que se debe llevar una vida respetuosa del Dharma.
A veces es acompañado por su hermana Yami (Shinjéma en Tib.) También llamada Chamundi.
El simbolismo de los atributos de Yama
El cetro con un cráneo: es el símbolo más evidente de su dominio sobre la muerte y el paso del tiempo intermediario (bardo). El cráneo también simboliza el mundo de los dioses sin forma (en comparación con el mundo del deseo y de la forma), la realidad trascendental, la esencia del universo y verdadera naturaleza de Buda absoluto (el cuerpo Dharmakaya del Buda).
Cadena o cuerda, que a menudo termina con un gancho o cuchillo (vajra) y un anillo, se utiliza para capturar y atar las hordas demoníacas, pero también sirve para ligar la mente del moribundo a la mente universal.
Yama tiene dos aspectos, uno exterior y otro interior.
• Yama exterior: en tanto que protector del Dharma irritado e iracundo, no debe confundirse con Yamantaka Jikjé (Dorje, “Vajra aterrador”), emanación de Manjushri que también siembra el terror como castigo. Los protectores del Dharma están representados como deidades irritadas porque están encargados de hacer respetar el orden de las cosas y la rectitud de los hombres con respecto a las leyes universales.
• Yama interior: en tanto que señor de la muerte, Yama pesa el karma de cada uno y decide en qué tipo de mundo deben renacer los muertos. Esta es el aspecto más conocido de Yama evocado en el Bardo Thodol y tal como es seguida en los ritos de la escuela Gueloukpa (bonetes amarillos), la más famosa de todas las ramas del budismo tibetano.
Las prácticas de meditación que utilizan visualizaciones de Yama son poderosas, ya que trabajan con las emociones profundas y el temor básico de toda persona a la muerte (y más generalmente a la impermanencia y la precariedad de la vida). Estas prácticas están reservadas para la meditación avanzada guiada por un maestro y dentro de un marco espiritual estricto.
Gracias por compartir. Tashi Delek
Gracias por seguirme, un abrazo. Desde Barcelona.